La Cofradía de Jesús Nazareno de Santa Cruz tiene su origen entre finales del siglo XVIII y principios del siglo XIX. El primer documento que obra en poder de la cofradía sobre su fundación data del año 1820, “Libro de Acuerdos del Gremio de Jesús Nazareno de Santa Cruz”, siendo el fundador D. Antonio Martínez Alonso.

En un principio, tal y como exponen los historiadores riosecanos Dña. Virginia Asensio y D. Ramón Pérez de Castro, “estaba instalado en una Capilla del Evangelio, en el Templo de Santa Cruz, y posteriormente en el retablo de la Virgen de la Piedad, desplazando a su titular al bando del mismo …”, para posteriormente desplazarse a otras iglesias y capillas. A finales del siglo XVIII los cultos se realizaban en la Ermita de la Soledad; en 1847 se acuerda trasladar la santa imagen desde el Convento de San Francisco, donde se encontraba hasta que terminaran las obras en la Iglesia de Santa Cruz, para posteriormente volver a San Francisco en la década de los cincuenta del siglo XIX.

Durante más de tres décadas ha estado en la Iglesia de Santiago de los Caballeros junto con el resto de conjuntos históricos que procesionan el Jueves Santo.

Actualmente se encuentra en el Museo de Semana Santa sito en la Iglesia de Santa Cruz. La talla ha sido retocada y restaurada en varias ocasiones como consecuencia del deterioro por el paso del tiempo, así como de los bruscos y repentinos movimientos a los que está sometido, así y en este sentido, el Cristo se restauró en 1860 y el Cirineo en 1877. Años más tarde, en 1892 la Cofradía se planteó encargar una imagen nueva, empresa que finalmente no se llevó a cabo.

El tablero, conforme a los datos que obran en esta Cofradía fue ejecutado y labrado por Arenillas en 1875 y portaba tres faroles de plata del año 1862, actualmente sustituidos por cuatro faroles de plata esculpidos por el taller de orfebrería Orovio de la Torre de Torralba de Calatraba (Ciudad Real).